Trofeo Jose Cano: la decisión

Hoy no paro de repetirme la frase de mi querido y admirado Domingo Gaitero, que afirma: la vida es un cruce de caminos, que se traduce en una constante toma de decisiones, en las que acertar o no hacerlo no depende de ti, sólo está en tu mano el hecho de tomarlas.

La mañana del domingo 22 de noviembre despertaba con sueño, fruto de la falta de horas acumuladas en los días previos. Algo cansada tras tardar en conciliar con Morfeo y huir de sus brazos en ciertos intervalos. Nada más abrir los ojos, enciendo el móvil y Amaya me pregunta porqué no voy a correr al Tofeo Jose Cano. Mi primera respuesta fue negativa, pero poco a poco, mi hermana, que bien me conoce me dijo que hacía buen día, el horario bueno y tal vez habría posibilidad de conseguir dorsal. Consiguió que comenzara a dudar y a replantearme el día. Algo dubitativa escribí por las redes sociales a la cuenta de la organización, que amablemente me da el teléfono del organizador, al que no quiero molestar, y de otra persona de la organización a la que llamo y me confirma me reservan un dorsal.

No hay marcha atrás. He tomado la decisión y hay que ser consecuente con ella. Rápidamente me arreglo y salgo de casa hacia la salida. Dorsal, calentamiento, minuto de silencio por las víctimas de los actos terroristas y a correr. El inicio favorable hace que los primeros compases sean frenéticos, y poco a poco, fuera relentizándome, las cuestas mermaran mis fuerzas y mi inconsciente se volviera conformista.

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El ritmo sé que no es bueno, pero me obligo a pelear por la tercera posición. Para mí un sueño hecho realidad. Si no recuerdo mal, unos 22 años antes, o tal vez 21, Canillejas fue nuestra primera carrera. Le debo mucho a este evento, que fue el paso inicial de nuestras vidas atléticas. Y por eso, el podium, más allá del tiempo, que sé es el peor de mis últimas participaciones, tiene un significado especial. El hecho de poder compartirlo con mi sobrina, oir sus gritos y que al terminar me diga que iba muy “bonita” vestida de rosa y azul, es la guinda para la felicidad.

Felices kilómetros!!